Para comenzar con el cerramiento definitivo, tuvimos que retirar el cerramiento provisorio que habíamos armado para poder pasar el invierno sin problemas de temperatura.
Al desarmar todo, nos encontramos con que algunas uniones se habían aflojado y otras tenían los tornillos cortados, producto se los "sacudones" que daba el polietileno con la fuerza de los vientos. Volvimos a armar la estructura, pero más reforzada, con mayor cantidad de clavaderas, agregamos bulones a los postes y uniones de chapa atornilladas entre las clavaderas y los tirantes.
Al desarmar todo, nos encontramos con que algunas uniones se habían aflojado y otras tenían los tornillos cortados, producto se los "sacudones" que daba el polietileno con la fuerza de los vientos. Volvimos a armar la estructura, pero más reforzada, con mayor cantidad de clavaderas, agregamos bulones a los postes y uniones de chapa atornilladas entre las clavaderas y los tirantes.
Una vez terminada la estructura, le dimos 2 manos de impregnante protector para maderas, y colocamos placas de madera contrachapada de 10mm (fenólico industrial de 10mm), clavadas a los tirantes.
Le dimos 2 manos de impregnante a las placas, y le colocamos un aislante de poliéster expandido de 10mm + capa de aluminio, que nos había quedado de la construcción del techo, grapándolo a las placas.
Luego agregamos las chapas de zinc, cortándolas a medida, y asegurándolas con tornillos autoperforantes más arandelas vulcanizadas, atornillando directamente sobre las clavaderas, uniendo todo el conjunto chapa-placa-clavadera.
En el hueco que queda, va instalada la claraboya batiente, que extraerá el aire caliente del invernadero.
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